Carlos Bernal.
A lo largo de la historia han existido grandes rivalidades en ideologías que han cambiado al mundo; rivalidades en el deporte, en la industria refresquera, en la geopolítica o en el cine, por ejemplo:
- USA vs URSS
- Coca Cola vs Pepsi
- Real Madrid vs Barcelona
- Capitalismo vs Socialismo
- Silvester Stallone vs Arnold Swarzenegge
En la actualidad hay un tema que ha comenzado a generar debate y puede considerarse ya como una gran rivalidad de esta generación; y es que día a día los jóvenes se plantean la pregunta sobre si ¿es mejor estudiar una carrera universitaria? O ¿convertirse en influencer?
Considero que la pregunta importante sería ¿Cómo puedo influenciar en las personas?
Partamos de lo básico, el origen de la palabra “Influencer” se desprende del verbo en inglés “to influence” que significa “influenciar”.
Por lo tanto, un influencer es una persona que tiene credibilidad sobre algún tema en concreto y logra influenciar las decisiones de otras personas, basándose en su autoridad, conocimiento y posición. Cuenta con un gran número de admiradores que le siguen y a quienes motiva gracias a la relación que haya podido construir con estos a lo largo del tiempo y como resultado de eso, construir una reputación gracias a su expertise en un tópico específico, publicando contenidos donde comparte su estilo de vida y creando un personaje de gran éxito en el mundo digital.
Deslumbrados por las cantidades de dinero que algunos influencers generan en relación a los ingresos de un profesionista que ostenta un título universitario e incluso algún posgrado, los llamados creadores de contenido pareciera que van ganando terreno.
En una amplia perspectiva todos somos influencers, un docente influye en sus alumnos; un padre es influencer con sus hijos, un sacerdote también lo es con sus sequitos, un súper atleta es un influencer al inspirar a sus seguidores, así como un rockstar lo hace con sus fans.
Pero todas estas profesiones ¿en qué coinciden? todas cuentan con estudios y preparación previa, no así necesariamente un influencer.
Por ejemplo: Leonel Messi entrenó desde que era niño preparándose para ser el mejor jugador del mundo; un sacerdote dedica varios años de su vida en el seminario, al igual que un músico o cantante en la academia.
Entonces, déjame decirte que el ser humano ha sido dotado con la característica de poder influir e inspirar a los demás, por lo que eso nos convierte a todos en influencers, pero hay una gran diferencia entre un influencer y un creador de contenido, por lo que es importante que te preguntes quieres ser ¿Un creador de contenido o un creador de conocimiento?
Un influencer se alimenta de lo cotidiano para crear su contenido que normalmente es una repetición de algo que ya alguien más dijo; en cambio un creador de conocimiento, es un influencer que absorbe, crea y transmite nuevo conocimiento, siempre aportando un elemento innovador.
El conocimiento no tiene fecha de caducidad; el contenido tiene vigencia; el conocimiento genera más conocimiento, el contenido genera sólo tendencias; el conocimiento prevalece a lo largo del tiempo, el contenido pasa de moda. Pero la mayor diferencia entre ambos enfoques radica en que el creador de contenido se basa en un personaje ficticio creado para el mundo digital, mientras que el creador de conocimiento se basa en el conocimiento como tal como principal protagonista proyectado por el ser de quien lo comparte.
No le des importancia a los likes que tus seguidores dan a tus redes sociales, mejor céntrate en el impacto que tienen tus acciones como inspiración para los demás y en lugar de contar los likes, cuenta los “por ti no me rendí”.
No repitas lo que otros dicen, mejor cuenta tu historia y busca a través de ella cómo ayudar a mejorar a las personas.
Olvídate de ser un influencer y mejor a través de estudiar una carrera profesional, adquiere el conocimiento para dejar huella en las personas, no solo por moda, sino a través del tiempo y mejor, mejor sueña en convertirte en un influenSER.
¡Qué tu engagement sea tu SER personal!
¡Qué tu SER sea tu gran diferenciador!
¡Qué tu historia de vida sea tu Storytelling!
Y qué el protagonista seas tu mismo, ¡tu propio SER! Y siempre recuerda, la fama como influencer o creador de contenido dura muy poco, pero el éxito como creador de conocimiento o influenSER dura toda la vida.
Te deseo el mejor de los éxitos.
Carlos Bernal
Director de Desarrollo Organizacional e Innovación Educativa
Universidad Loyola de América