Esbeydy Moran
La importancia que los jóvenes le dan a la fotografía en redes sociales, es porque en la actualidad existen demasiados medios comunicativos en donde los jóvenes con edad entre 15 a 17 años, dejan a un lado la interacción presencial para ser transformada en una de manera virtual.
Hoy en día, existen más jóvenes que se integran en este círculo de las redes sociales y la fotografía; en busca de expresar cómo se sienten y en ocasiones llenar un vacío emocional como la falta de amistades, falta de autoestima, cambios estéticos, etc. Utilizando las redes sociales para un desahogo emocional.
Por lo que, dentro de las redes sociales, existen jóvenes que se muestran como unas personas sociables y seguras, pero atrás de su identidad virtual son totalmente lo contrario. De acuerdo con la psicóloga Guraieb cuando explica que: “Las razones por las cuales un usuario muestra una vida feliz, cuando a veces no la tiene, responde a muchas motivaciones. Entre ellas podemos destacar la necesidad de aprobación, algo esencial en los seres humanos, ya que es casi natural querer que nos acepten. También nos encontramos con la necesidad de pertenencia, porque deseamos que nos incluyan dentro de un determinado circuito social o profesional” (Guraieb, 2018; 2).
Teniendo esta necesidad aprobatoria, quieren sobresalir, que otras personas los reconozcan, ya que en su ámbito familiar no hay mucha comunicación o sienten que no le importan a nadie, es por eso que necesitan ese like aprobatorio y de eso dependen sus emociones.
Por otra parte, hay estudios que dicen que las personas que más publican fotos son las que no son tan sociables, en la realidad no tienen muchos amigos. Cuidan todos los detalles para que la foto sea perfecta, incluso llegando a poner su vida en riesgo, como retratarse con un animal peligroso, o en los bordes de precipicios, a la orilla de edificios muy altos, a la mitad de la carretera, calles, etc. Haciendo todo lo posible para complacer a sus seguidores, obtener popularidad o incluso muchos más seguidores en sus redes sociales.
Por lo cual, existen estudios que indican que los jóvenes adictos a tomarse fotografías, piensan que son más hermosos de lo que realmente son; los científicos de la Universidad de Toronto realizaron un experimento que explica esta teoría, donde 198 alumnos, a 99 les gustaba tomarse fotografías pero la otra parte de alumnos no lo hacía comúnmente, hicieron que estos estudiantes se tomaran una foto, primero se tomaban las fotos ellos mismos pero después otra persona lo hacía por ellos, y se evaluaban a sí mismos que tan guapos/as salían en cada fotografía, en conclusión los jóvenes daban la cierta sospecha de ser narcisistas.
“Existen determinados problemas emocionales o trastornos psicológicos que pueden asociarse al uso excesivo de los selfies. Por ejemplo, la baja autoestima, el trastorno dismórfico corporal, el narcisismo o la personalidad perfeccionista. […] las selfies son una manera rápida de conseguir aprobación en las redes sociales y de exponer su imagen constantemente. Un narcisista puede llevar el comportamiento de hacerse selfies al extremo, hasta límites patológicos” (García, 2021,1).
Ante esta situación los jóvenes no piensan en las consecuencias que puede traer consigo. Exponer demasiada información de ellos en las redes sociales, al momento de publicar sus fotos, esa fotografía deja de ser la foto de la persona que es fotografiada.
Por tanto, podemos concluir que de cierta forma, cuidamos la imagen que queremos dar de nosotros mismos y a la vez construimos una identidad virtual agradable a los seguidores.